Especial Churros caseros

Cómo hacer churros caseros

Churros sin gluten

Estos churros sin gluten se elaboran de forma tradicional, con la clásica masa choux francesa, una masa ligera súper simple y rápida de hacer.

Esta masa incluye huevo entre sus ingredientes, y también sirve para hacer éclairs, profiteroles, gougères y muchos platos más. Sin embargo, esta masa debe ser un poco más dura para que mantenga su forma mientras se fríe.

Churros sin gluten

Para hacer churros necesitarás una churrera, pero si no tienes, también puedes utilizar una manga pastelera con una gran punta de estrella abierta (como la #867) para que puedas lucir las crestas a los lados de los churros. Las crestas son bonitas, pero también son funcionales: ayudan a que el azúcar y el chocolate se queden pegados al churro.

El chocolate caliente es claramente opcional, pero si te vas a tomar las molestias de hacer los churros, ¿por qué no ir hasta el final?

Creo que hacer una masa choux es infinitamente más fácil y rápida con una batidora o un procesador de alimentos. Y el resultado es más suave. Pero también puedes mezclarlo todo con una cuchara de madera y la fuerza de tu brazo.

No escatimes en azúcar, pues las crestas del churro están ahí por alguna razón, y además, la mayor parte se caerá por el camino.

Ingredientes para 12 churros

  • 240 ml de leche entera
  • 4 cucharadas (56 g) de mantequilla sin sal, troceada
  • 1/8 cucharadita de sal
  • 187 gr de harina sin gluten para todo uso
  • 4 huevos a temperatura ambiente
  • 50 gr de azúcar
  • Aceite de girasol u oliva, para freír

Indicaciones

Ponemos la leche, la mantequilla y la sal en una cazuela grande y lo calentamos a fuego medio hasta que la mantequilla se derrita y la mezcla comience a hervir.

Retiramos la cazuela del fuego, añadimos la harina y empezamos a mezclarlo vigorosamente. Volvemos a poner la cazuela en el fuego y continuamos removiendo enérgicamente durante unos 3 minutos, hasta que la mezcla comience a separarse de los lados de la cazuela y se forme una bola.

Retiramos la cazuela del fuego y dejamos que la mezcla enfríe durante unos 3 minutos. Transferimos la mitad de la masa al vaso de una batidora o a un procesador de alimentos. Vertemos los huevos batidos por encima, y añadimos el resto de la masa.

Mezclamos bien hasta que la masa esté suave y uniformemente bien mezclada. Reservamos la masa para que se enfríe.

Mientras tanto, vertemos una buena cantidad de aceite en una sartén grande, y lo ponemos a calentar a fuego medio hasta que la temperatura del aceite alcance 180°F.

Transferimos la masa a una churrera o manga pastelera con una punta de estrella grande. Extraemos 3 tiras de masa, de 10-15 cm de largo, y los sumergimos directamente en el aceite caliente (si es necesario, cortamos el extremo de la tira de masa con tijeras de cocina).

Freímos la masa unos 2 minutos, le damos la vuelta y dejamos que se frían otros 2 minutos por el otro lado, o hasta que estén dorados y firmes. Retiramos los churros del aceite a un plato cubierto con papel de cocina, y dejamos que enfríen brevemente antes de embadurnarlos con el azúcar.

Repetimos el mismo proceso de fritura con el resto de la masa, hasta terminarla. Y por último, servimos los churros caliente con el chocolate caliente.

NOTAS

Los churros se comen mejor poco después de haber sido fritos, pero se pueden mantener calientes dentro de un horno a 200°C durante unos 5 minutos, antes de servirlos. Así se conservarán crujientes.

Cuanto más fría esté la masa, más rectos serán los churros, en caso de que quieras unos churros rectos o curvados.