Churros de canela
Los churros son uno de los desayunos y de las meriendas preferidas por un gran número de personas, no solo en España sino en muchos lugares del mundo. Una de las claves de su éxito es su sencillez, tanto en lo referente a ingredientes como en su forma de elaboración.
Además, se trata de un alimento muy versátil cuyos ingredientes pueden ser alterados o acompañados por otros que harán que el churro tenga una nueva dimensión.
Si eres de las personas a las que les gusta probar cosas nuevas, te invitamos a seguir leyendo, porque vamos a compartir contigo una deliciosa receta de churros de canela, con la que conseguirás sorprender a todo el mundo, sobre todo a los más peques de la casa. Los ingredientes que vamos a darte a continuación son para cuatro personas, por lo que tendrás que aumentar o reducir las cantidades en caso de que seáis más o menos comensales.
Ingredientes para elaborar churros de canela
- 500 mililitros de agua.
- 400 gramos de azúcar.
- 250 gramos de harina.
- Dos cucharaditas de canela.
- Sal (al gusto)
- Aceite de oliva virgen extra (suave)
No son los churros tradicionales que todos conocemos, pero sin duda, son una deliciosa forma de disfrutar de una elaboración tan tradicional y que tanto nos gusta. Son muy fáciles de hacer y los ingredientes se suelen tener en cualquier casa, lo que hace que sean una alternativa para preparar en cualquier momento, tanto para el desayuno como para la merienda, por ejemplo.
Modo de elaboración de los churros de canela
Lo primero que hay que hacer es poner a hervir el cazo con el agua y la sal. Cuando comience a hacer burbujas hay que añadir la harina que previamente habremos tamizado junto a la canela. En este paso, es importante que lo hagamos poco a poco para evitar que se formen grumos, por ello hay que tener paciencia y remover sin parar con unas varillas.
Si este paso se hace muy pesado, se pueden utilizar unas varillas eléctricas, con lo que acabaremos rápidamente, eliminando todos los grumos posibles y consiguiendo una masa homogénea y con cierta textura.
La mejor señal que nos indicará cuando está lista la masa es cuando estemos removiéndola y ésta se nos despegue del la cazuela sin ningún problema. Este será el momento en el que debemos sacarla del recipiente y la pondremos en otro para que enfríe, como por ejemplo en un bol.
Es importante tener paciencia en este paso dado que la masa tiene que estar templada o fría, que es como mejor se trabaja. Cuando esté fría pondremos abundante aceite de oliva en una sartén grande y lo pondremos a calentar a fuego fuerte.
Pondremos la masa en una manga pastelera o en una churrera manual y cuando el aceite esté muy caliente iremos echando los churros del tamaño y forma que queramos, bien en forma alargada o como un lazo. Es importante dorarlos por todos lados antes de sacarlos, con lo que evitaremos que queden crudos por un sitio y hechos por otro.
Cuando se saquen de la sartén hay que dejarlos en una bandeja o un plato con varios papeles absorbentes de cocina para que recojan el exceso de aceite.
Importante: hay que evitar que se enfríen. De esta forma se podrá disfrutar de su exterior crujiente y de su interior blando y esponjoso en cualquier momento, pero recuerda, deben estar calientes, fríos no tendrán ni el mismo sabor ni la misma textura. ¿Te animas a prepararlos?
Los churros se pueden comer solos, con un buen chocolate, café con leche... ¡tú eliges!