¿Cómo guardar los churros para que no se hagan aguados?

Lo mejor que puedas hacer para guardar bien los churros es conservarlos en un plástico o en un tupper hermético. También te pueden servir poner dos platos de forma opuesta, y los churros en el centro. Lo importante es que no los metas al frío de la nevera ni que se queden al aire. El tostador es la mejor solución en este caso. Aunque debemos advertirte que debes tener cuidado si el churro suelta mucho aceite. Para recuperar esa textura crujiente de los churros, mételos en el tostador y deja que pasen unos segundos hasta que veas que el churro está caliente y empieza a recuperar su textura. Una vez listos, sácalos, deja que se enfríen un poco para no abrasarte y prueba a ver si están crujientes. Tendemos a pensar que el microondas es la mejor opción pero lo único que puede hacer es calentar la comida perdiendo así el crujiente que tenía.

Para evitar que los churros se pongan duros o se reblandezcan demasiado, debemos hacer tres cosas básicas y muy sencillas. La primera de ellas es guardarlos bien. Para ello, puedes usar una fiambrera; dos platos, uno de ellos haciendo las veces de tapadera; o el clásico papel film. Uses el método que uses, lo importante es que no se queden al aire, ya que se pueden secar, ni que los metas en la nevera, ya que podrían absorber demasiada humedad. Los churros, también conocidos como porras o jeringos, pueden tomarse al día siguiente sin ningún problema. El segundo consejo para poder tener unos churros crujientes es que no los calientes en el microondas. La tendencia es que, cuando nos sobran churros, los calentamos de esta forma. Pero con ello lo único que hacemos es que se reblandezcan. No queremos los churros duros ¡pero tampoco que se pasen de blandos. Los queremos con la textura perfecta. Y para ello, pasamos al último paso: calentarlos en el tostador. Así, recuperarán ese toque crujiente que tanto nos gusta. Eso sí, hay que tener cuidado a la hora de ponerlos en el tostador si los churros sueltan demasiado aceite. Si es así, retírales un poco con papel absorbente. De esta forma quedarán perfectos para tomar y, de paso, estaremos facilitando la digestión de los mismos.