¿Cómo mantener los churros crocantes?

No hay nada como unos churros recién hechos, pero una vez que nos hemos saciado... Aunque siguen conservando el sabor ya no están crujientes. Pero existe un medio camino entre comérselos blandos o recién hechos y es saber conservarlos y recalentarlos correctamente cuando llegue el momento. Lo mejor que puedas hacer para guardar bien los churros es conservarlos en un plástico o en un tupper hermético. Tendemos a pensar que el microondas es la mejor opción pero lo único que puede hacer es calentar la comida perdiendo así el crujiente que tenía. El tostador es tu aliado. Para recuperar esa textura crujiente de los churros, mételos en el tostador y deja que pasen unos segundos hasta que veas que el churro está caliente y empieza a recuperar su textura.

Para evitar que los churros se pongan duros debemos hacer tres cosas básicas y muy sencillas. La primera de ellas es guardarlos bien. Lo importante es que no se queden al aire, ya que se pueden secar, ni que los metas en la nevera, ya que podrían absorber demasiada humedad. El segundo consejo para poder tener unos churros crujientes es que no los calientes en el microondas. Los queremos con la textura perfecta. Y para ello, pasamos al último paso: calentarlos en el tostador. Así, recuperarán ese toque crujiente que tanto nos gusta. Eso sí, hay que tener cuidado a la hora de ponerlos en el tostador si los churros sueltan demasiado aceite. Si es así, retírales un poco con papel absorbente. De esta forma quedarán perfectos para tomar y, de paso, estaremos facilitando la digestión de los mismos.