Si no se pone boquilla, las juntas pueden quedar sin fuerza, ya que la boquilla no penetra hasta el fondo de la junta. Esto puede suceder sobre todo si se usa boquilla con arena para juntas más delgadas de 1/8″, ya que los granos de la arena pueden puentear fácilmente una junta delgada.
Además, la falta de boquilla adecuada puede causar movimientos excesivos en el substrato, lo que puede fracturar las juntas y la loseta cerámica. Una deflexión excesiva en el substrato puede causar fracturas en las boquillas y en la loseta cerámica, y si es suficientemente grave, puede fracturar la loseta cerámica.
Es importante emboquillar correctamente las juntas, ya que si no se aplica suficiente fuerza al emboquillar los azulejos, es fácil “puentear” la junta donde la boquilla no penetra hasta el fondo de la junta. También es fundamental mezclar y aplicar la boquilla correctamente, ya que si se emboquilla con demasiada agua o aditivo a base de polímeros, el líquido que entra a la boquilla necesita evaporarse, lo que puede causar boquillas porosas y con estructuras débiles.
Las juntas no quedan bien si se “vuelven a emboquillar”, por lo que es necesario quitar por lo menos 2/3 de profundidad de la boquilla vieja cuando se esté reponiendo o reparando las boquillas.
El emboquillado falla por los movimientos del substrato o por no haber mezclado e instalado la boquilla correctamente. Es importante tener en cuenta factores como la distancia entre las vigas, el tipo y tamaño de las vigas del suelo, la distancia entre las vigas del suelo, la orientación de las hojas de triplay y la instalación de los espacios entre éstas, entre otros.