Los churros están, sin duda, en el top-three de los alimentos españoles más conocidos en todo el mundo. También es posible hacer churros en casa, no tienen nada de complicado. La masa consiste harina, sal y agua, ¡sólo eso! Seguramente hayas oído que en algunos sitios los llaman porras en lugar de churros, y realmente son lo mismo, sólo que las porras tienen una forma más gruesa y están un poco huecas por dentro porque llevan un poco de bicarbonato, mientras que los churros son más finos y compactos. Acompáñalos con un chocolate caliente o con un buen café para lograr la combinación perfecta. Con las cantidades que vamos a usar, podrás preparar unos 15-20 churros, más que suficiente para un desayuno o merienda para varias personas. Una manera muy útil de comprobar si la masa está lista es que debe despegarse del cazo completamente. Una vez tengas la masa en la manga pastelera, colócale una boquilla con forma de estrella. Esto no es imprescindible, pero al fin y al cabo, esa es la manera de conseguir la forma tradicional de los churros. Ve haciendo uno a uno los churros y colócalos sobre un papel de horno o papel de cocina. Fríe durante unos minutos hasta que los churros estén dorados. Lo más probable es que tengas que freír en varias tandas. Prueba a espolvorearles un poco de azúcar por encima o a mojarlos en un chocolate o un café con leche, son el complemento perfecto a esta receta de churros.