La mantequilla de almendras es una fuente increíble de nutrientes, ya que contiene más calcio que cualquier otro fruto seco y es rica en hierro, riboflavina y vitamina E.
Rico en grasas saludables, especialmente grasas monoinsaturadas, que apoyan la salud del corazón al reducir los niveles de colesterol malo.
Alto en proteínas, proporcionando aminoácidos esenciales para el crecimiento y la reparación muscular.
Contiene fibra, promoviendo la salud digestiva, movimientos intestinales regulares y manteniendo un microbioma intestinal saludable.
Rico en vitaminas y minerales esenciales como la vitamina E, magnesio y calcio, que apoyan la salud y el bienestar general.
Contiene antioxidantes, que ayudan a proteger el cuerpo de los radicales libres y a reducir la inflamación.
Alto contenido calórico que puede contribuir al aumento de peso si se consume en grandes cantidades o como parte de una dieta alta en calorías, a pesar de estar hecho de grasas saludables.
Riesgo de reacciones alérgicas en personas con alergias a los frutos secos, causando síntomas como picazón, hinchazón, dificultad para respirar o anafilaxis.
Potencial de azúcares y grasas añadidos en algunos productos comerciales de mantequilla de almendras, lo que puede contribuir al aumento de peso, caries dentales y un mayor riesgo de diabetes.
Posibilidad de consumo excesivo debido a su naturaleza sabrosa, lo que puede llevar a una ingesta calórica excesiva si no se tiene cuidado con el tamaño de las porciones.