El punto de humeo es la temperatura a la que el aceite comienza a descomponerse y a emitir humo. Un aceite con un punto de humeo más alto es más adecuado para freír. El aceite de oliva virgen extra tiene un punto de humeo alto, entre 200 y 210 °C, lo que lo convierte en una excelente opción para frituras. La estabilidad oxidativa es la resistencia del aceite a degradarse cuando se calienta. El AOVE es rico en antioxidantes naturales, como los polifenoles, que protegen el aceite frente a la oxidación, incluso en temperaturas altas. El AOVE está compuesto principalmente por grasas monoinsaturadas, más estables y saludables que las poliinsaturadas que predominan en el aceite de girasol. Además, el AOVE contiene vitamina E, polifenoles y compuestos antiinflamatorios beneficiosos para la salud cardiovascular. Si te has preguntado qué aceite es mejor para la freidora, oliva o girasol, el aceite de oliva virgen extra es claramente superior. Gracias a su resistencia térmica, puede reutilizarse más veces sin perder calidad ni generar olores desagradables. Aunque su precio es mayor, el AOVE rinde más y es más saludable, lo que compensa la inversión a largo plazo. Si te preguntas qué aceite se usa para freír en freidora, el de oliva virgen extra es la respuesta ideal. Freír con aceite de oliva ofrece mayor seguridad y beneficios nutricionales. Su estabilidad ante el calor lo convierte en una opción más duradera, y al compararlo con el aceite de girasol, su comportamiento en frituras es claramente superior. Si dudas entre freír con aceite de oliva o girasol, el AOVE siempre es la opción ganadora. Freír con aceite de oliva virgen extra permite mantener sus propiedades nutricionales incluso tras varios usos. Entre sus principales ventajas se encuentran: Resiste mejor el calor, por lo que puede reutilizarse sin perder calidad. Alto contenido de antioxidantes como polifenoles, que protegen el aceite y la salud. Rico en ácido oleico, una grasa monoinsaturada beneficiosa para el corazón. Aporta vitamina E, que actúa como antioxidante natural. Contiene compuestos antiinflamatorios que ayudan a prevenir enfermedades crónicas. Mejora el sabor de los alimentos, aportando un toque más profundo y natural. Deja los alimentos más crujientes y menos grasientos. No es de extrañar que cada vez más gente se pregunte qué aceite es mejor para la freidora, oliva o girasol: la respuesta está más clara que nunca. Cuando te preguntes qué aceite es mejor para freír, especialmente en la freidora, aceite de oliva o girasol, la respuesta es clara: el aceite de oliva virgen extra se impone por su sabor, salud y rendimiento. Freír con aceite de oliva virgen extra es una inversión inteligente para tu cocina y tu bienestar.