El aceite de oliva posee un comportamiento mucho mejor en cuanto a fritura con respecto a los aceites de girasol convencionales y semejantes.
Además, el primero mantiene cantidades considerables de compuestos bioactivos durante la fritura, a diferencia del segundo.
Cuenta con características sensoriales neutras, lo que mejora la calidad original del producto en la fritura: tanto en sabor, como en textura y color.
El aceite de oliva es mejor que el de girasol para los fritos.
Los distintos aceites de oliva presentan un comportamiento bastante mejor en fritura cíclica y continua que los aceites de girasol convencional, y similar o incluso ligeramente mejor que los aceites de girasol con alto oleico.
Dichas diferencias son aún más marcadas en cuanto a la presencia de polímeros, que son los compuestos mayoritarios de alteración formados durante la fritura.
Los aceites de oliva cuentan con componentes menores, que pertenecen únicamente a este aceite y no a otros como el aceite de coco, soja, girasol, entre otros.
Dichos componentes son los alcoholes triterpénicos y alifáticos.
La ventaja del aceite de oliva frente al de girasol se atribuye realmente a la presencia de escualeno y beta-sitosterol en el aceite de oliva.
Mientras que los aceites de girasol convencional alcanzan el 25% de compuestos polares en la 9ª o 10ª fritura, los de girasol lo hacen en la 17ª y 18ª fritura, y los de aceite de oliva O2 y O3 a la 21ª fritura.
Para saber si freír churros en aceite de oliva o de girasol, debes saber que cada uno de estos parten de niveles cercanos de polímeros, y son los de oliva, incluido el O1, aquellos que se deterioran de una manera más lenta.
Por todo lo anterior y sin importar la tendencia de consumo en España, a la hora de elegir si freír churros en aceite de oliva o de girasol, se ha manifestado que es mejor el primero, ya que se trata de una opción más saludable y duradera, y, por todo ello, más rentable económicamente.
Es el aceite de oliva virgen extra el que aguanta mejor la temperatura de la fritura, pudiendo llegar hasta los 180°C sin alterarse ni degradarse.
En definitiva, freír con aceite de oliva virgen es mejor que en uno de girasol o un aceite de semillas poliinsaturadas, ya que estas grasas, al tener dobles o triples enlaces, están destinadas a producir radicales libres y aldehídos tóxicos, lo que no es para nada bueno para nuestra salud, en especial si calentamos ese aceite a excesivas temperaturas o lo reutilizamos varias veces.
Al usar aceite de oliva virgen extra también tendremos otras ventajas, ya que los antioxidantes naturales que aporta dicho aceite van a actuar frenando la degradación oxidativa del mismo: los fritos serán mejores, así como más saludables.
Además, el aceite durará más tiempo y se formarán menos componentes polares, los cuales son tóxicos.