El azúcar glass es un ingrediente esencial en la repostería. Gracias a su textura extremadamente fina y suave, se disuelve fácilmente y permite crear glaseados, coberturas y decoraciones perfectas para postres. Este tipo de azúcar se elabora moliendo el azúcar común hasta obtener un polvo fino que es ideal para espolvorear sobre pasteles, galletas, y otras preparaciones dulces. El azúcar glass es ampliamente utilizado en la elaboración de postres como merengues, ganaches, y cremas, ya que proporciona una textura homogénea y ligera que mejora el acabado de los dulces. El azúcar glass destaca no solo por su poder endulzante, sino también por su capacidad para aportar una textura fina y suave en recetas. Al disolverse rápidamente, resulta perfecto para preparar cremas y rellenos, dando como resultado un acabado más profesional. En la elaboración de fondant, por ejemplo, se usa como base para obtener una pasta moldeable y suave, ideal para cubrir y decorar pasteles. Este tipo de azúcar también es útil para espolvorear sobre los postres y darles un toque final visualmente atractivo. Se emplea en muchas recetas clásicas de la repostería, como en galletas, bizcochos y magdalenas, donde aporta un toque dulce sin alterar la textura del postre. Es ideal para recetas como los macarons y las galletas de mantequilla, donde se necesita una textura delicada. El azúcar glass es perfecto para crear decoraciones delicadas en postres navideños o festivos, aportando un efecto de “nieve” al espolvorearlo sobre pasteles o tartas.