Aunque ambos tengan un sabor similar, las diferencias de textura, tamaño e, incluso, de ingredientes, hacen que muchos consumidores se inclinen por uno o por otro. Aunque ya lo sospechábamos, los churros y las porras no son saludables: están hechos de una masa de harinas refinadas que se sumergen en aceite hirviendo. Ahora bien, ¿es mejor para la salud elegir churros en vez de porras o viceversa. La verdad es que no. Desde el punto de vista nutricional, los churros y las porras sí que son iguales: según la Fundación Española de Nutrición (FEN), ambos alimentos contienen más de 360 kilocalorías por cada 100 gramos, su mayor aporte son los hidratos de carbono procedentes de las harinas refinadas y, después, las grasas, que provienen del aceite de fritura. El bicarbonato de sodio simplemente sirve para cambiar la textura del producto final, para que sea más esponjosa y crujiente. Este ingrediente no tiene kilocalorías y, por lo tanto, no altera los valores nutricionales de la receta.