Sin embargo, esta fritura tradicional podría representar un problema para la salud, en especial si es un gustito diario.
Básicamente son elaborados con harina, huevo, sal, agua y algún tipo de grasa, aceite, margarina o mantequilla.
No hay problema en los ingredientes, ni en la preparación de la masa, el riesgo viene en la cocción.
Sí, lo que le da esa textura crujiente y dorada es lo que lo hace tan perjudicial.
Los azúcares y aminoácidos al alcanzar una temperatura elevada producen una sustancia química llamada acrilamida.
Tras el consumo, el tracto gastrointestinal absorbe la acrilamida, se distribuye a todos los órganos.
Al ser ingerida en grandes cantidades, esta sustancia puede ocasionar a la larga mutación genética y tumores (en glándulas mamarias, pulmonares, ovarios, piel y estómago).
También puede ocasionar daños al sistema nervioso y en el desarrollo pre y postnatal.
Es verdad que los churros no son el único alimento que se fríen, por ello la importancia de consumirlos con moderación.