En Sevilla, hay dos tipos principales de calentitos: por un lado, calentitos de rueda, lo que en otros lugares se conocen como churros clásicos, formados en una rueda grande que luego se corta en porciones, y también los calentitos de papa, una variante más esponjosa que incluye puré de patata en la masa, característica de la región andaluza.
El término también refleja el tono cercano y sencillo del habla sevillana, donde se tiende a utilizar diminutivos como una forma de expresar familiaridad o cariño hacia los alimentos.
Los calentitos se han convertido en un emblema de las mañanas sevillanas, especialmente como acompañamiento del café o del chocolate caliente.
Son imprescindibles en ocasiones especiales como la Feria de Abril o durante las mañanas frías del invierno.
Este término no es más que un ejemplo de que el lenguaje sevillano no solo es una herramienta de comunicación, sino un vehículo para expresar su forma de ser.
Es una mezcla de tradición, identidad y orgullo local que, lejos de limitarse al habla, también influye en su música, literatura y cultura popular, como las sevillanas o el flamenco.
Por ejemplo, sabías que tienen su propio término para referirse a los churros!
En Sevilla, hay dos tipos principales de calentitos: por un lado, calentitos de rueda, lo que en otros lugares se conocen como churros clásicos, formados en una rueda grande que luego se corta en porciones.