El protagonista en los velorios wayuu es el chirrinchi, un licor artesanal que se elabora solo con agua y panela, que es barato y tiene un significado especial para todos los integrantes de la etnia.
Un bulto de panela con agua en un tanque para que se fermente durante cinco o seis días, tiempo en el cual le van midiendo el nivel de dulce.
De ahí lo cogemos y lo echamos en el alambique que está compuesto por varios tanques de cobre, para cocinarlo a fuego lento, con el fin de que evapore y finalmente se pueda obtener gota a gota el chirrinchi.
El proceso es el mismo, pero yo le agrego, casi al final, uvas pasas, manzana, menta y coco, lo que le da un toque bastante elegante al licor y un sabor exquisito.
Los wayuu dicen que solo debe usarse el guayacán como leña porque es el único palo que le da el sabor verdadero.
Cuando comienza la destilación la bebida tiene unos 40 grados de alcohol, pero este va bajando hasta 17 que es lo ideal.