Los permisos y licencias son esenciales y varían según la ciudad. En Phoenix, por ejemplo, se requiere un permiso del departamento de salud, una licencia comercial y una tarjeta de manipulador de alimentos. Estos pueden costar entre $500 y $2,000. El seguro para food trucks es esencial para cubrir accidentes, daños al equipo y responsabilidades. En promedio, cuesta entre $2,000 y $4,000 al año. Un food truck necesita electrodomésticos como refrigeradores, freidoras, hornos y mesas de preparación. Dependiendo de tu menú, espera gastar entre $10,000 y $30,000 en equipo. En algunas ciudades, los food trucks deben usar una cocina comercial o comisaría para almacenar y preparar alimentos. El alquiler de espacio en una cocina puede variar entre $500 y $2,500 por mes. Establecer una marca es clave para el éxito. Presupuesta al menos entre $1,000 y $5,000 para diseño gráfico, rotulación del camión, señalización y marketing en línea. El día de apertura necesitarás ingredientes, utensilios y otros suministros. Espera gastar alrededor de $1,000 a $2,000 en tu primer stock de alimentos y materiales. Aunque un food truck suele ser más asequible que un restaurante tradicional, sigue siendo una inversión considerable. Presupuesta para reparaciones y costos de mantenimiento que podrían variar entre $1,000 y $5,000 al año.