Aunque ambos se utilizan en la elaboración de postres y bombonería, tienen diferencias clave en su composición, sabor y aplicación.
El chocolate es un producto elaborado a partir de los granos de cacao.
Su proceso de fabricación incluye la molienda de los granos hasta obtener pasta de cacao, a la que se le añade azúcar, leche (en algunos casos) y manteca de cacao.
La proporción de estos ingredientes determina la calidad y el tipo de chocolate:
— Chocolate negro: Contiene un alto porcentaje de pasta de cacao y poca cantidad de azúcar, lo que le otorga un sabor más intenso y amargo.
— Chocolate con leche: Incluye leche en polvo o condensada, lo que le da un sabor más dulce y una textura cremosa.
— Chocolate blanco: No contiene pasta de cacao, sino manteca de cacao, azúcar y leche, por lo que tiene un sabor dulce y suave.
Para ser considerado chocolate, un producto debe cumplir con regulaciones específicas.
Según la Directiva 2000/36/CE de la Unión Europea, el chocolate debe contener al menos un 35% de materia seca de cacao, incluyendo un mínimo de 18% de manteca de cacao y 14% de cacao seco desgrasado.
La cobertura de chocolate es un producto que se asemeja al chocolate, pero con diferencias importantes en su composición.
Se elabora con grasas vegetales, como manteca de palma o coco, en lugar de manteca de cacao.
Esta sustitución permite que la cobertura sea más económica y fácil de manejar en repostería, ya que se funde sin necesidad de un proceso de atemperado.
Existent dos tipos principales de coberturas:
Cobertura de chocolate real: Contiene un alto porcentaje de manteca de cacao (mínimo 31%) y se usa en chocolatería profesional.
Es fluida, brillante y perfecta para bañar bombones o decorar postres.
Cobertura sucedánea o imitación de chocolate: Utiliza grasas vegetales en lugar de manteca de cacao, lo que la hace más estable y fácil de manejar, pero con un sabor y textura diferentes al chocolate auténtico.
Característica
Chocolate
Cobertura de chocolate
Base grasa
Manteca de cacao
Grasas vegetales (palma, coco, etc.)
Sabor y textura
Intenso, auténtico, con mayor profundidad de sabor
Más dulce, sensación más grasosa en boca
Uso en repostería
Requiere atemperado para un acabado brillante y crocante
Se funde fácilmente y es más estable
Costo
Más elevado debido a la manteca de cacao
Más económico al usar grasas vegetales
Aplicaciones
Bombones, tabletas, mousses, ganaches
Cobertura de pasteles, galletas, decoraciones
Si buscas un sabor auténtico y una experiencia sensorial completa, el chocolate es la mejor opción.
Sin embargo, si necesitas una alternativa más económica y fácil de manejar, la cobertura de chocolate puede ser una excelente solución para ciertas aplicaciones en repostería.